A un paciente se le rechazó una demanda por mala praxis odontológica, porque se demostró en el juicio que había abandonado el tratamiento indicado durante seis meses, por haber realizado un viaje al exterior.
Además, el profesional acreditó que no le había dado el alta a su paciente y se vió privado de controlar su evolución durante los seis meses que el accionante estuvo en el exterior.
Otro elemento de peso para la resolución a la que se arribó, es que el paciente además de abandonar el tratamiento, se hizo atender por otros profesionales, que durante ese periodo que el paciente estuvo de viaje, intervinieron en su aparato masticatorio.
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